martes, 22 de enero de 2013

Bob Dylan, Letras


2011
Global Rhythm
Miquel Izquierdo y José Moreno (traducción)
Alessandro Carrera (notas)


Un libro que reúna el total de la obra de Bob Dylan debe ser, necesariamente, contundente. No sólo por el aspecto físico (1264 páginas), sino que por el valor intrínseco de la producción dylaneana.

Y es que el ver compilado en un solo volumen el total de letras compuestas por Dylan entre 1962 y 2001 permite situar en perspectiva su estatura artística, si eso aún puede sorprender. Y de hecho causa asombro, y permite entender el por qué Dylan ha sido postulado en varias ocasiones al premio Nobel de literatura. Las páginas de este libro claramente están llenas de poesía, con seguridad muchos de estos versos se sitúan entre lo mejor del siglo XX. No en vano, más allá de su claro peso en el mundo del rock and roll, Bob Dylan es una de las voces más influyentes para poetas y escritores de todas las latitudes, que lo citan como fuente y motor cultural ineludible.

Pero la calidad de esta publicación no se impone por la mera acumulación de letras y sus traducciones, en presentación bilingüe. Después de todo, para eso Internet bien puede resolver el tema en trazos gruesos con una simple búsqueda. Y ahí reside el punto clave que da valor a “Bob Dylan, Letras”: la fineza de la edición. Y si bien ya se ha dicho suficientes veces que traducir es traicionar, el equipo humano a cargo de la tarea va de frente y se lanza a lo imposible. Entonces, el equipo a cargo de verter al castellano las canciones pone a la vista los parámetros de su trabajo, justificando sus decisiones y visiones.

Porque traducir a Dylan es especialmente arduo. No sólo porque su poesía tiene demasiadas aristas. Hay que recordar que, desde la canción de autor, Dylan reinstaló el poder oral del verso. Exactamente como un trovador, sus textos se enriquecen y potencian a través de su voz. Así, cada giro, murmullo o inflexión debe también ser examinado y entendido como parte de lo que este hablante propone a su público. Ya lo dijo John Lennon: lo importante de Dylan no es sólo lo que dice, sino cómo lo dice.

Entre todos estos escollos, el libro llega a buen puerto. Miquel Izquierdo y José Moreno saben lo que hacen y conocen la trastienda de la poesía, no sólo en cuanto a significados, sino que en lo referido a su material profundo: métrica, rítmica y prosodia. Y juegan a fondo para estar a la altura del desafío. Acá no se trata solamente de presentar en castellano la publicación original en habla inglesa del año 2004. Se va mucho más allá, por respeto al castellano y sus hablantes. Un único reproche: desde la perspectiva del castellano hablado en América, a ratos la traducción es demasiado hispánica. Entonces, nos suena algo forzado leer expresiones como “habéis”, “tenéis” o “vosotros”.

Las letras están presentadas en orden cronológico y agrupados por discos. Al final de cada una de las secciones, se ofrece una serie de notas, a cargo de Alessandro Carrera, que terminan de realzar la propuesta. Y si bien es claro que el lector común suele pasar de largo de las anotaciones, en este caso recomendamos altamente su lectura. Y es que ellas entregan valiosa información adicional sobre los versos dylaneanos. Desde relaciones internas entre las distintas canciones hasta hechos e información del contexto cultural o histórico en que fueron compuestos. Dentro de esta profundización, también se repasan las relaciones literarias cruzadas que abundan en la poesía cantada de Bob Dylan. Citas de todo tipo a la cultura pop, textos clásicos de la literatura universal o referencias religiosas entregan innumerables claves para tratar de entender a cabalidad las señales que Dylan envía desde su torre de vigía.

Así mismo, se incluyen también muchos textos pertenecientes a canciones inéditas o ausentes de la discografía oficial de Dylan.. Esto revela un trabajo de profunda investigación en grabaciones piratas y bootlegs de todo tipo, en un buceo literario que se agradece. El libro alcanza así una cumbre en cuanto a ser un trabajo abarcador, exhaustivo y casi definitivo. Y decimos “casi” porque la obra de Dylan, lejos de detenerse, sigue en marcha, con varias publicaciones posteriores al año 2001, fecha de cierre de esta recopilación. Aún así, entendemos que lo más relevante de este corpus está recogido en éstas páginas.

En definitiva “Bob Dylan, Letras” ofrece en un imponente tomo el cuerpo principal de una obra trascendente e ineludible de la cultura contemporánea. Su lectura permite conocer verso a verso a un auténtico clásico viviente, el más grande bardo de nuestros tiempos.


Pablo Padilla Rubio

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